Y finalmente, después de pasar navidad, nochevieja y reyes en Taganga toca continuar. Me he dado cuenta que el tiempo de mi visa se acaba y que sólo tengo como 2 semanas para conseguir salir del país. Como no hay alternativa me decido por seguir por centro-america...próximo destino Panamá.
Pero antes de eso hay que pasar por Cartagena de Indias la cual todo el mundo dice que es espectacular.
Aquí en Cartagena está mi amigo Jimmy y después vendrá la inglesa más loca que existe (Lucia) con la que intentaremos cruzar a Panamá. Pero al llegar a Cartagena me encuentro con que todos los hostales, hoteles y residenciales están ocupados o los precios son desorbitados. Caminando por la calle me encuentro con una persona que me ofrece un cuarto en su casa. Normalmente lo tienen arrendado a universitarios pero como están de vacaciones me puede alquilar uno.
En el improvisado hostal conocí a Juliete, una estudiante que es vecina de mi piso. Y como está de vacaciones me propone ir a la playa para que conozca la playa blanca; en la isla del Rosario.
Por lo que vamos a ir para allá. Existen dos formas, por lancha que es muy caro o tomando 2 autobuses, una pequeña lancha y un jeep.
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En el bote de camino a playa blanca |
Y después de casi 3 horas de camino ponemos los pies en la playa blanca de la isla del Rosario.
Y wooww....nunca había visto un mar de azul turquesa. Que color tan bonito! Esto va mejorando!
Y como no, después de sudar en todo el viaje...lo primero es un chapuzon. Que agua tan calentita...que rica!!!
Después de pasar todo el día en la playa, bañandonos en el agua tan caliente y turquesa toca volver. La verdad que si lo se me traigo la maleta y me quedo aquí unos días. Mucho mejor que cualquier playa en Cartagena.
Pero como no tenía planeado ir tan lejos para ir a la playa, no teníamos mucho dinero. Así que llorando conseguimos que el barco nos llevara de vuelta a Cartagena por el mismo precio que cuesta el bus. Suerte que tuvimos ya que en barco sólo es 1h.
Y al partir, el mar empezó a picarse un poco...arriba, abajo, agua por todos lados jaja...Para mi divertido pero Juliete lo pasó un poco mal.
Hasta que por fin nos fuimos acercando a la ciudad y la marea mejoró bastante.
Y luego un poco más de suerte...no se que pasó con el barco y un yate de lujo se paró y nos dijo que pasáramos un par al yate. Con mucha geta nos metimos los primeros. Y vaya lujazo...tener un yate para nosotros solos.
Y por fin, vamos llegando a Cartagena.
Un día bueno con mucha suerte en todos los aspectos aunque Juliete no tiene ningun sentido aventurero y es un poco calladita. Asi que callado mas callada igual a ratos incomodos de silencio...pero bueno, ha merecido la pena
Al día siguiente me despierto temprano para poder ir y conocer la ciudad. Según se dice la ciudad es muy bonita.
Básicamente, Cartagena tiene dos partes; la parte nueva y la parte antigua. La parte antigua es una ciudad amurallada.
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Entrada por la torre del reloj |
Y una vez dentro de las murallas te encuentras con que todo tiene estilo colonial.
Mires a donde mires encuentras casas bien bonitas y de todos los colores. Paso la mañana paseando sin rumbo por la parte antigua de Cartagena. Desde la plaza central hasta las murallas.
Y seguimos paseando por estas parte preciosa de la ciudad contemplando miles de casas, teatros, casonas, plazoletas, etc.
Y después de todo la mañana paseando en un calor y un sol asfixiante me siento un poco cansando y con dolor de cabeza. Por lo que para evitar una insolación me voy a poner a la sombra un rato. La verdad que aquí en Cartagena es donde más calor he pasado de toda Colombia. El calor es fuerte, temperaturas de 30 y pico grados y lo malo es la alta humedad.
El resto del tiempo lo paso con Jimmy charlando y yendo a alguna fiestecilla. Al final decido irme en breve para Panamá. Ellos se fueron el miércoles y yo tenía pensado hacer lo mismo pero conocí a unas chilenas bien locas y decidí quedarme algún día más para salir de fiesta con ellas y pasarlo de maravilla en el balcon del hostal.