Resulta que a escasos 40km de Pipa, en un pueblo llamado Camurupim, mi padre tiene un cliente con una casa. Y como tal Juan Antonio, me ofreció su casa para todo el tiempo que quisiera.
Ahora en Pipa está la cosa super-tranquila: no hay gente, no hay mucha fiesta y por lo tanto me imagino que no hay mucho trabajo. Así que para ahorrar un poco de dinero (al no tener que pagar alojamiento) y por ver como es el pequeño paraiso de Camurupim decidí marcharme unos días para allá. Total está al lado.
Aunque son escasos 40km lo que separan Pipa de Camurupim es un trayecto de casi 3 horas. No hay carreteras ni buses de linea que vayan hasta allá. Hay que tomar 1 van hasta Goaninha, 1 bus hasta Sao Jose de Mipibú y otra van hasta Camurupim. Vaya, lo tipico en Brasil. Aquí 100km no son nunca 1 hora...ni de coña.
Bueno, al llegar a su casa me encuentro con una mansión. Contando todas las habitaciones se pueden dormir 9 personas en camas y tiene de todo. Además está situada lo que se llama en primera línea de playa.
Nada más abrir la puerta te encuentras con una playa que no hay nadie.
Lo malo del lugar es que no es ni pueblo. Tabatinga el lugar más cercano está a unos 45min andando. Así que un poco alejado para conocer gente, salir a tomar una cerveza o incluso comprar comida en el super. La verdad que todos los días una caminata por la playa hasta el super caía.
La playa era bonita, sin olas y super tranquila. Las playas estaban "protegidas" por una coraza de roca que hace unas pequeñas piscinas.
La gente se tumba en el agua como si fuera una piscina, otros aprovechan los peces que se quedan "atrapados"
La verdad que ha sido una semana super tranquila. Mucho relax, leer, estar tumbado y poca cosa más. Suerte que el sabado el sobrino del cuidador me sacó de fiesta a un forro bastante entretenido.