La verdad que Pipa está muy bien. Sol, playa, seguro y barato. Cada vez creo que me quedo aquí la temporada alta.
Después de varios días zanganeando y paseando, por fin fuimos a hacer surf. Italo, un amigo brasileño nos dijo que fueramos con el que nos iba a dar unas clases de surf. La playa de los surfistas es la playa del amor pero según se ve es demasiado violenta para unos principiantes. Así que nos fuimos andando por la playa hasta una playa llamada Madeiro.
Para llegar hasta allí hay que atravesar un camino lleno de rocas.
Y por fin se llega a la playa de madeiros. Donde las olas son supuestamente más suaves que en Praia do Amor.
Dandole al surf brother!!
La verdad que el surf es más duro de lo que me imaginaba. La posición es horrible y te revientas el cuello y la espalda. Hace falta tener mucho equilibrio para si quiera aguantarte en la tabla tumbado o sentado. Después de toda la mañana intentadolo he conseguido tomar una ola sin levantarme y otra intente levantarme.
Aunque el denominador común fue el meterme en una lavadora. Revolcones, agua tragada, meneos..bufff.. las olas no eran tan pequeñas como esperabamos. Además fuimos con la tabla de Italo que es para gente cuando ya sabe surfear. Primero hay que pasar por unas muy largas y anchas que son mas estables. Pero bueno, fue muy divertido
Y cuando estabamos para irnos vimos un grupo de gente y al acercanos
El gran milagro de la vida!! que bonito! la protectora de animales estaba sacando de la arena los huevos con las tortugas marinas para liberarlas.
En teoría iban a llevarlos a otra playa para soltarlas pero nos dejo liberarlas y ayudarlas en praia do madeiros.
Controlando que llega a la playa |
Supuestamente teniamos que dejar las tortugas en la playa. Así recuerdan donde nacieron y después de 30 años regresan para poner huevos en la misma playa. Impresionante.
Después de asistir al milagro de la naturaleza a seguir surfeando hasta acabar reventado. La verdad que es bastante duro fisicamente.
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