En el Amazonas volumen II

Por la noche empieza el espectáculo. Vamos a la busqueda del jacaré. Aunque lo primero que vimos fueron unos puerco-espines. La verdad que me sorprendió...nunca pensaba que estaban en las ramas de los árboles.

Bata nos metió en una canoa pequeña y empezamos a remar silencio.

Estuvimos remando por un bosque inundado. Se podía ver debajo del agua arboles, plantas, flores...la verda que muy bonito. Paseando pudimos ver muchos peces, monos en los arboles y hasta una anguila eléctrica en el agua.

Siendo atacado por arañas enormes

Después de estar remando un rato a oscuras y en silencio Bata nos mostró con la linterna dos destellos rojizos en el agua. Los ojos de un caimán. Sorprendente. Se hizó la noche y todos nos quedamos en silencio. Y después de unos segundos...woww...Bata estaba en el agua con la linterna en dirección al caimán. Nos quedamos todos sorprendidos.

Fueron unos minutos en los que Bata estaba con el agua al cuello. Se encendía la luz unos segundos y veiamos donde estaba. Luego apagaba la linterna.

Unos minutos tensos hasta que vimos a Bata volviendo nadando y riendo. Había cogido un baby-caiman.

El caiman estaba super tranquilo e incluso pudimos cogerlo.

Un tacto suave y a se le sentía respirar tranquilamente en nuestras manos.

Y después de gozar con el, a liberarlo en el río.

Vaya locura! Luego le pregunte a Bata hasta cuanto crecían...hay caimanes por la zona de hasta 6 metros. - Bata, y que haces si ves uno así de grande? - nadar fuera cagando hostias jaja.....vaya cojones. Se mete al agua viendo sólo los destellos de los ojos sin saber si el caiman es grande o pequeño.

Y de aquí a dormir que mañana tenemos una caminata por dentro de la selva.