Después de un día mágico en Machu Pichu nos quedamos en Aguas Calientes en la aguas termales un día y después tocó volver a Cuzco para pasar el fin de semana y salir de fiesta. Una vez pasado el finde el grupo se separó. Eva y Kike se fueron para Arequipa, Guillermina se quedó unos días más en Cuzco y yo me fui para Lima.
Y después de 23h de bus desde Cuzco a Lima con unas carreteras en zigzag, llego y soy un masoca al coger otro bus de 9h para llegar a Trujillo. Se me quitaron las ganas de visitar Lima. Todo el mundo me dice que no es gran cosa, además no me gustan las ciudades grandes y estoy perdiendo mucho tiempo...así que vamos a darle un poco de velocidad...vamos a ver que nos depara Trujillo.
El primer día en Trujillo lo he pasado relajado, durmiendo después de la paliza en el bus y paseando por el centro de la ciudad.
Es una ciudad colonial con grandes casonas.
Hasta llegar a la bonita plaza de armas (plaza principal de Trujillo).
Y después de visitar las últimas casonas toca irse a cenar y a dormir que el viaje hasta aquí ha sido un poco paliza.
A poco más de 30min fuera de la ciudad se encuentras las ruinas de Chan Chan, que son pertenecientes a la cultura Chimú allá por el siglo VII. Son construcciones de barro que están en bastante mal estado.
Hay una parte que supuestamente está restaurada pero conseguí echar un vistazo desde la puerta trasera y me pareció poca cosa así que decidí no pagar para entrar y me fui hacia Huanchaco y ver la playa...que ya tengo mono.
Y como está pasando últimamente me cruzo con un desfile de los niños con ofrendas a la virgen. Muy colorido como el de Cuzco.
Parece que Perú tiene muchos desfiles de esta forma o es época o soy afortunado de desfiles típicos.
Y cuando los niños acabaron fui hacia la playa...que para eso he venido.
Supuestamente es un buen sitio para hacer surf.... aunque hoy no hay ni una ola.
Además, es también un lugar de pescadores...de pescadores que usan barcas de paja como se hacía en antaño.
Otra cosa interesante que ver en Trujillo es la huaca de la luna y la huaca del sol que son representantes de la cultura moche que estuvo en la zona entre el siglo I y el IX d.c. Las huacas son dos pirámides construidas a base de adobe y que están en bastante mal estado.
Ahora están trabajando para restaurarlas.
Pero en las paredes internas todavía quedan paredes pintadas con el dios de la montaña.
El dios de la montaña se encargaba de proporcionar fertilidad, suerte, buenas cosechas, etc. Y para conseguir que el dios estuviera contento se le ofrendaban muertes humanas. Se criaban desde muy pequeños niños que a la edad adulta combatirían. El perdedor se le despojaba de la ropa y armas y se le degollaba y posteriormente se cortaba la cabeza. Era la ofrenda para mantener contento al dios de la montaña.
Una vez llegando el fin de semana se me ocurrió volver a comer Ceviche (pescado crudo tipico peruano) y como la última vez, me sentó mal. Así que estuve el fin de semana en Trujillo sin poder salir de fiesta...que mal; veia mucho potencial a esta ciudad.
El finde aproveché para pensar que hacer después, ir a Chachapoyas a ver más ruinas o directo a Mancora a la playa. Finalmente me decidí por Mancora y el buen tiempo. Tengo ganas de sol!!!
Con pena me voy de Trujillo ya que no ha cumplido dos de los objetivos que tenía: muy buen tiempo (ha echo frio por la noche) y poder salir de fiesta. Pero bueno, otra vez será.
El primer día en Trujillo lo he pasado relajado, durmiendo después de la paliza en el bus y paseando por el centro de la ciudad.
Es una ciudad colonial con grandes casonas.
Hasta llegar a la bonita plaza de armas (plaza principal de Trujillo).
Catedral |
Ayuntamiento |
Y después de visitar las últimas casonas toca irse a cenar y a dormir que el viaje hasta aquí ha sido un poco paliza.
A poco más de 30min fuera de la ciudad se encuentras las ruinas de Chan Chan, que son pertenecientes a la cultura Chimú allá por el siglo VII. Son construcciones de barro que están en bastante mal estado.
Hay una parte que supuestamente está restaurada pero conseguí echar un vistazo desde la puerta trasera y me pareció poca cosa así que decidí no pagar para entrar y me fui hacia Huanchaco y ver la playa...que ya tengo mono.
Y como está pasando últimamente me cruzo con un desfile de los niños con ofrendas a la virgen. Muy colorido como el de Cuzco.
Parece que Perú tiene muchos desfiles de esta forma o es época o soy afortunado de desfiles típicos.
Y cuando los niños acabaron fui hacia la playa...que para eso he venido.
Supuestamente es un buen sitio para hacer surf.... aunque hoy no hay ni una ola.
Además, es también un lugar de pescadores...de pescadores que usan barcas de paja como se hacía en antaño.
Pesca en la antiguedad |
Ahora están trabajando para restaurarlas.
Pero en las paredes internas todavía quedan paredes pintadas con el dios de la montaña.
El dios de la montaña se encargaba de proporcionar fertilidad, suerte, buenas cosechas, etc. Y para conseguir que el dios estuviera contento se le ofrendaban muertes humanas. Se criaban desde muy pequeños niños que a la edad adulta combatirían. El perdedor se le despojaba de la ropa y armas y se le degollaba y posteriormente se cortaba la cabeza. Era la ofrenda para mantener contento al dios de la montaña.
Una vez llegando el fin de semana se me ocurrió volver a comer Ceviche (pescado crudo tipico peruano) y como la última vez, me sentó mal. Así que estuve el fin de semana en Trujillo sin poder salir de fiesta...que mal; veia mucho potencial a esta ciudad.
El finde aproveché para pensar que hacer después, ir a Chachapoyas a ver más ruinas o directo a Mancora a la playa. Finalmente me decidí por Mancora y el buen tiempo. Tengo ganas de sol!!!
Con pena me voy de Trujillo ya que no ha cumplido dos de los objetivos que tenía: muy buen tiempo (ha echo frio por la noche) y poder salir de fiesta. Pero bueno, otra vez será.