Camarero, un poco de sal por favor

Después de una visita express a Potosi toca continuar hacia mi destino. Pero sin antes parar a pocos cientos de kilómetros de Potosi, en un pueblo llamado Uyuni.

Es donde toca ir a uno de los lugares más impresionantes y únicos del mundo, el salar de Uyuni. 

Y que es este sitio donde vas? os preguntareis. Pues, el salar de Uyuni es el mayor desierto de sal del mundo con una superficie de 12.000km2 y lo más interesante es que esta a unos 3.700 metros de altura sobre el nivel del mar. Resulta que hace 40.000 años esta parte de la cordillera eran inmensos lagos que fueron evaporados.

Nada más llegar a Uyuni me doy cuenta que es una ciudad de paso, la gente llega y si puede meterse en el tour el mismo día mejor. Yo voy a hacer lo mismo.

El primer día del tour empieza con una visita a un cementerio de trenes antiguos.

Después de escalar, jugar y pasear por el cementerio de trenes toca poner rumbo al salar de Uyuni. Y la verdad es que es algo extraño el encontrar tanta sal a mas de 4000 metros.

Sal, sal y más sal...la verdad es que con el frío que hace parece que estas sobre nieve. Lo curioso también es la forma pentagonal en la que se encuentra en el suelo.

Después de unos cuantos kilómetros conduciendo sobre el salar nos toca parar en un restaurante hecho completamente de sal para comer.

Todo, sillas, paredes, mesas, suelo, todo de sal....pero lo curioso es que el restaurante no tenía ni un salero jaja

Después de comer salimos afuera a hacer unas cuantas fotos graciosas con el desierto de sal.

Conduciendo llegamos a una isla...es como un pedazo de terreno que no está salado y donde hay cactús.

Después de pasar todo el día paseando por el salar nos toca ir hasta el albergue (que también era todo de sal). Allí nos encontramos dos 4x4 atascados así como buenos samaritanos fuimos a echar una mano.

Y como recompensa de hacer la buena obra del día a ver la puesta del sol.

Lo malo de Uyuni es el frío que hace. Después de muchos meses en temperaturas por encima de 25 grados como que es muy duro bajar a temperaturas de pocos grados durante el día y bajo cero en la noche.

Y aquí acaba el paseo por el mayor salar del mundo; y para ser sincero, lo encuentro bonito, interesante, curioso pero no impresionante como otros lugares que he visto....no se, puede que sea el frío un gran condicionante.