La verdad
que eso de navegar es una forma totalmente diferente de viajar. Algo romántico,
digno de películas y solo al alcance de unos privilegiados aventureros que
disfrutan de la vida.
Estar bajo
las estrellas con una luna gigante, el silencio solamente roto por la suave
brisa y las olas rompiendo delicadamente contra la popa del barco. Llegar
felizmente a puerto y codearse con los otros capitanes de barcos mientras te
tomas un cóctel en una isla remota y paradisíaca rodeado de altos cocoteros,
playas de arena blanca y vistas que solo existen en los cuadros de los pintores
más exquisitos.
Woww diréis,
que experiencia. La verdad es que navegar es algo diferente, algo que unos
pocos pueden o quieren o se atreven a hacer. Pero en la realidad navegar es
totalmente otra historia. Nada que ver con la parte romántica que tenemos todos
en la mente.
Escribiendo
estas líneas me encuentro navegando mis últimas millas en un barco entre Hawaii
y California. Y hay muchos inconvenientes que la gente no ve al navegar.
Navegar es
algo duro. Estas expuesto a todas las inclemencias: olas gigantes que hace que
el barco se mueva como una atracción de ferias (con el inconveniente de que es
por horas y horas, o semanas y semanas), frío cuando tienes que estar
conduciendo mojado por la lluvia y el viento gélido contra tu cuerpo, calor
cuando no hay viento que refresque ese sol tan fuerte, cansado cuando no puedes
dormir por el movimiento del barco, en guardia pasando sueño cuando tienes que
pasar la noche mirando a la nada por si hay cambios de vientos o barcos
alrededor, sin comer bien tanto por estar mareado o por estar semanas en medio
de un océano y no hay ningún supermercado cerca, aburrido porque no hay nada
que hacer en todo el día excepto no hacer nada, etc. La verdad que el hecho de
navegar es un aburrimiento y constante mal estar.
Y todavía
no he hablado de la convivencia. En mi caso como soy un tripulante tengo que
obedecer al capitán. En el s/v worldwind (mi primer barco), Tom era una persona
mayor, con ideas anticuadas, nada flexible y estilo militar...no pienses, sigue
ordenes!! Si mi coronel! Ja! El problema es que estas en una casa flotante de
no mas de 12 metros en el cual no hay donde ir. Si te enfadas con alguien no
puedes decir...que te den!! Salir al bar, tomarte una cerveza, relajarte e
irte. O si es alguien desconocido no volver a verlo jamás. En un barco estas
atado y tienes que verte y trabajar juntos las 24h. En el segundo caso, con el
s/v Sherpa todo mucho mas relajado, mucho mejor y divertido. Por lo que ahí va
mi consejo: si vais de tripulante elegir el capitán, es mucho más importante
que las condiciones del barco. Si hay otra vez intentare decidirme más por como
es el capitán que otra cosa.
s/v Worldwind |
s/v Sherpa |
Otra cosa
mala de estar de tripulante para otro es que no tienes poder de decisión, el capitán
decide donde, como y cuando ir. Es algo con lo que he tenido algo de problemas después
de estar un año en Sudamérica teniendo la libertada absoluta de decisión de
cuando, donde y con quien quiero estar.
Y por fin
llegamos a puerto!! Yihaa!! Ahora tenemos una semana en tierra. Pero no, no es
tan bueno como os espesperáis un barco no es como una casa; todo se rompe. Hay
miles de cosas que se rompen y que si no se reparan no es seguro navegar. Así
que si estas en puerto una semana seguramente vas a estar y pasar 3-4 días
buscando piezas y arreglando las cosas que hay que reparar. Lo que te da un
40-50% del tiempo trabajando y el otro disfrutando. Y de este 50% de tiempo
libre vas a depender mucho de como se organice, si quiere trabajar un poco y
luego la tarde libre..no puedes hacer nada, ni ir a visitar la isla. No puedes
ir muy lejos.
Así que ya
veis, no es oro todo lo que reluce. Navegar es algo duro, muy duro por todo lo
que he explicado pero no os preocupéis, tiene sus cosas buenas también. No todo
es malo. Muchas veces compensa todo ese sufrimiento. Estar solo en medio de un océano
con las olas acariciando el barco, la brisa perfecta viendo los mejores cielos
estrellados con cientos de estrellas
fugaces o disfrutando del silencio de la nada mientras se contempla un precioso
anochecer o simplemente tener tiempo para pensar y reflexionar acerca de tu
vida, tus amigos, recordar anécdotas y aventuras pasadas hace que navegar sea
bonito.
Después
llegar a una isla remota y perdida. Anclar y estar en el paraíso a un coste mínimo
(en comparación con otro tipo de turismo) o en un lugar donde no se puede
llegar de otra forma. Disfrutar de la gente local o en puerto donde conoces
otros capitanes con los que compartir las aventuras. Poder mover tu “casa en
primera línea de playa” cuando y donde quieras.
Por otro
lado, ir de tripulante es algo muy económico. No se gasta casi nada si
encuentras el barco perfecto. Puedes estar navegando alrededor del mundo a
coste ridículo, pero tienes que saber las consecuencias que tendrás que pagar
por ello.
Todo esto
esta al alcance de pocos...aunque TU
puedes ser uno de ellos si quieres.
Que interesante todo lo que contas Javi!!, gracias por seguir contandonos tus experiencias!. Así y todo quiero ser uno de esos pocos!!!, espero que el destino me lleve hasta allí :) cuando contás lo que es estar ahi.. frente a un cielo estrellado, la luna, la brisa del viento y las suaves olas golpeando la popa se me pone la piel de gallina!.. quiero vivir esos momentos!. Un gran abrazo Javi!!!, sigue escribiendo y deseo que tu ruta tenga muchos kilometros mas por delante!. Buena vida Javi!!!, eres un gran viajero!!!
ResponderEliminarRecuerdo que una vez en un libro leí que, "navegar es vivir al borde del peligro, pero la recompensa es mucha: pues sientes la vida en cada latir del corazón".
ResponderEliminarUn abrazo Javi!. A seguir adelante!!!
muy bonito.....a veces si notas el peligro al estar metido en una tormenta, olas entrando en la cabina, el corazon se aloca y la adrenalina sube.
Eliminarun abrazo
Increible!! aventurero 100%!! sigue disfrutando de la vida, de cada instante como lo haces. Un besazo enorme de los 3!! Inma, Oscar y Alberto
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