Poseidon WINS....GAME OVER?

Y ya estamos navegando. Después de semanas preparando, comprando, limpiando, reparando y practicando ya llegó la hora de la verdad. Ya no hay vuelta atrás. Que la suerte nos ayude en el océano. Próximo destino, Galápagos.

 

Y nada más salir ya empezamos a ver la maravilla de la naturaleza. Por lo visto, los peces se sienten atraídos a los barcos. Así que una manada de delfines se pusieron a nadar con nosotros.

 

La vida en el barco cuando se está navegando es muy solitaria. Se vive con un ciclo de trabajo de 3h de guardia y 6h de descanso. Cuando digo guardia me refiero a estar en el timón manejando, controlando que el rumbo se mantiene, comprobar que no hay barcos o tierra.

 

 

Con este ritmo de trabajo cada uno tenemos nuestros horarios y no nos juntamos mucho. Básicamente se hace la guardia, comes algo y te vas a dormir o a leer hasta la siguiente guardia.

Y así transcurren las primeras horas en alta mar. Pero la primera noche a eso de media noche el mar se empieza a poner bravo, empieza a soplar mucho viento...dios como se mueve esto!! Vaya meneo. Parece que estas en el sapito loco...pero por horas. Se mueve tanto que parece que el barco va a dar la vuelta.

Conduciendo el velero se va bien, movido de un lado a otro pero cuando te toca descansar, es imposible. Se mueve demasiado. La verdad que estaba un poco acojonado por como se movía. No pude pegar ojo, se movía tanto que empezaban a caer cosas de los armarios, cajones, ropas. Todo al suelo. El dios Poseidon está rugiendo.

Hasta que a mitad de la noche.....pummmm!!!!!! un ruido altísimo. Pensé, algo se ha roto y hay que evacuar el barco. Pero como no me llaman pues sigo en mi cama moviéndome por el meneo de las olas. Y cuando me toca mi guardia me dicen que ese ruido había sido que la vela principal se había rajado totalmente.

Sin vela estamos jodidos así que por la mañana Tom dice que no vamos a las galápagos, vamos a intentar llegar hasta Ecuador. Pero después de medio día dice que las corrientes y vientos van en nuestra contra y que no vamos a llegar así que decide dar la vuelta y poner destino Costa Rica. Allí conoce un puerto donde podríamos mirar para reparar la vela.

Una vez calmadas las cosas veo que Tom está deprimido. Habla incluso de mandar todo al carajo, vender el barco y volverse a casa. Casi nos da pena porque con sus 69 años significa que se acabó para el. Pero según van pasando las horas vemos que mejora y que incluso vuelve a recobrar la esperanza en el viaje. E incluso habla de reparar o comprar una y volver a salir.

Y así van transcurriendo los días, viajando a motor. Y después de 4 días..crack! el motor se para. Estamos jodidos. Sin vela y sin motor no llegamos a ninguna parte. Suerte que al final pudimos encontrar el problema y arreglarlo.

 

Y van pasando las horas en el barco viajando a casi nada por hora. Suerte que cuando nos vamos acercando y hay unos anocheceres preciosos.

 

Y seguimos viendo a los delfines jugar con nuestro barco o tortugas marinas.

Hasta que una noche haciendo guardia me llama Mike desde el principio del barco. Y me dice: quieres ver algo increíble? - pues claro.

 

Me acerco y me dice, mira al mar. Miro y no puedo creer lo que veo. Eran caminos de luz que serpenteaban en el océano. Eran como fuegos artificiales de un metro de ancho que jugaban dentro del océano. Wooowww. Es algo precioso. Nunca había imaginado ver algo así en mi vida!

Después de varios minutos anonadados comprendemos que se tratan de delfines nadando en aguas con el plancton fluorescente. El mismo tipo con el que me bañé en los Lencois Maranhenses. Para el que no lo sepa se trata de un plancton que con el movimiento del agua se ilumina como destellos. 

Y así nos quedamos como media hora viendo el mar iluminarse. Cada día que pasa me sorprendo más con nuestro mundo y la belleza que contiene.

 

Después de esto toca pasar más días en el barco. Ya llevamos 6 días medio varados para hacer los escasos 600km que teníamos que hacer. Suerte que los anocheceres son geniales y un buen libro ayuda a pasar los ratos libres.

 

Y después de 7 días por fin llegamos. Ha sido un viaje duro ya que se ve que no se avanza...pero ya estamos en tierra firme otra vez.

Ahora toca ver que nos depara el destino. Si reparamos la vela o se abandona el viaje. En la lucha encarnizada con el dios Poseidon hemos salido derrotados. 

GAME OVER?