lunes, 11 de julio de 2011

Las maravillas de Lençois Maranhenses

Después de todo el viaje movidito que ya he explicado llegamos a Atins. La puerta de entrada al parque nacional de Lençois Maranhenses


Atins es un pueblo perdido en medio de la naturaleza. La verdad que sólo los amantes de la naturaleza llegan hasta aquí. No hay turistas en plan masivo, nadie conoce este lugar...sólo funciona el boca a boca. Es una pena pero creo que en unos años se masificará y perderá todo su encanto.


Tal y como Jericocoara, las calles son arena blanca pero aquí es más natural. En Jericocoara está lleno de 4x4, buggies, motos, etc. Aquí en Atins...no hay coches, como mucho algún carro tirado por burros. Por lo que andar por la arena suelta es duro.

Posiblemente os estareis preguntado; pero que es eso de los lençois? Basicamente es un desierto de arena pero con la particularidad de que se crean un tipo de oasis durante la temporada de lluvias. Al llover torrencialmente se crean unas piscinas naturales en las que el agua se queda atrapada.


Así que todo el esfuerzo, tiempo y dinero es para disfrutar de esta maravilla natural. Así que toca un paseo por la playa para llegar hasta allí. En cosa de 1 hora se llega a los lençois.


Hasta aproximarnos a las dunas de los lençois


Y por fin llegamos a nuestro destino.



Un lugar maravilloso y totalmente diferente a todo lo que he visto hasta ahora.



La verdad que es un sitio mágico. Así que al día siguiente decidimos ir de picnic a las dunas. Y encontramos una pequeña piscina en medio de las dunas. El sitio perfecto para relajarse y tomar unos baños.




El mejor sitio para bañarse; agua limpia, transparente y dulce.




Y un poco de escalada en las dunas

Ese de arriba soy yo
Lo unico malo del sitio es que el sol pega con fuerza y no hay ni pizca de sombra.


Con pena pasamos las últimas horas en Atins hasta que paseando conocimos a un argentino y nos mostró algo totalmente increíble. Resulta que el mar de Atins tienen un placnton especial. Este plancton microscópico reacciona al contacto creando un destello lumínico.

Fuimos a la playa, nos lanzamos al agua y simplemente me quedé atónito. Al mover el agua, al nadar o simplemente al quebrar las olas destellos de luz iluminan el mar. Era como tener en tus manos polvo de estrellas.


Es una sensación muy rara pero a la vez increíble. No me esperaba que existiera esto en ningún lugar del mundo. Simplemente mágico.

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