Se encuentra nuestro protagonista Javier haciendo su primera guardia nocturna en el velero. Hace unas horas que han salido de puerto y le toca pasar la noche mirando barcos y el rumbo. Se mira en el bolsillo de su pantalón y se encuentra una nota manuscrita, la cual se había olvidado por completo de la existencia de ella. Desdobla cuidadosamente los pliegues triangulares y con ahinco comienza a leerla.
Según pasan las oraciones un nudo se le forma en el estomago y sin darse cuenta una lágrima rueda por su mejilla. Al acabar de leer la nota se da cuenta que está llorando y que una pregunta le viene a la cabeza: ¿habré hecho bien?¿he tomado la decisión correcta? Lo que sabe es que no hay vuelta atrás!
2 semanas antes
Javier y su compañero de aventuras Mike llegan con entusiasmo a David, la segunda ciudad más grande de Panamá, desconociendo cuanto tiempo tendrán que quedarse hasta que llegue la vela. Lo que si saben es que la feria de David está ahora mismo.
Según pasan las oraciones un nudo se le forma en el estomago y sin darse cuenta una lágrima rueda por su mejilla. Al acabar de leer la nota se da cuenta que está llorando y que una pregunta le viene a la cabeza: ¿habré hecho bien?¿he tomado la decisión correcta? Lo que sabe es que no hay vuelta atrás!
2 semanas antes
Javier y su compañero de aventuras Mike llegan con entusiasmo a David, la segunda ciudad más grande de Panamá, desconociendo cuanto tiempo tendrán que quedarse hasta que llegue la vela. Lo que si saben es que la feria de David está ahora mismo.
A las pocas horas nuestros protagonistas se encuentran en un antro o bar de mala muerte tomando unas cervezas invitadas por la gente local. Creo que no ven muchos turistas (gringos) en este tipo de bares y son muy amigables. Las cervezas corren a cuenta de todos los del bar y riendo por las extrañas conversaciones.
Por cosas de la noche Mike se fue por 5min y nunca regresó. Así que Javier volvió al hostal en su búsqueda y se encontró con las noticias del intento de robo a su amigo y de su partida a la feria para buscarlo. Así que para allá se fue en búsqueda de su amigo. Pero no sabía lo que le deparaba el destino.
Caminando lentamente entre la muchedumbre ocurrió lo inesperado; el tiempo se ralentizó, el ruido del gentío se difuminó en la noche y lo único visible fue una mirada y una sonrisa que hechizaría al mismo mago merlín. Sin saber como el se vio atrapado en una conversación interesantisima con Yeli, una recién licenciada de un pueblo cercano.
Y este fue el comienzo de una fascinante semana. Hora tras hora, día tras día sin separarse de Yeli ni un minuto. Compartieron abrazos, paseos, duchas, besos, noches, comidas, caricias, etc.
Incluso como vieron que la vela no llegaba se fueron en un viaje fugaz a Boquete.
Un pueblecito de montaña en la que se agradecen las verdes vistas, las flores y un buen lugar para refrescarse y pasear por la naturaleza.
Todo iba tan bien que casi no quería que la vela llegará. Y así día tras día, hora tras hora iban disfrutando de los momentos que tenían. Hasta que a la semana de llegar la vela llegó y con ello la magia llegaba a su fin.
Incluso ella les ayudó a colar la vela por la frontera y que ellos no tuvieran problemas con inmigración o aduanas. Pero con pesar fue el momento de decir adiós.
Aunque no el adiós definitivo ya que unos días después; con todo preparado, tuvimos un día libre para comprar las ultimas cosas que necesitaramos. Y ahí es donde se vieron otra vez. Con suerte que Tom pasaba por ahí y viendo la escena la invitó al barco. Ella al principio rechazó la invitación... no llevaba pasaporte, ropa y no podía avisar a casa. Pero él se adelantó y le dijo que sí...que se venía con el.
Así que sin ropa, sin avisar a casa y sin pasaporte la hizo entrar ilegal a Costa Rica para pasar un día en el barco.
Un día que al final fueron dos. Fueron dos días para disfrutar de unos baños en el océano, besos apasionados, puestas de sol y dormir bajo un manto de estrellas.
Pero como todo, al final se acabó y con pena se dijo el adiós definitivo. Fue un adiós duro en el que incluso Javier se planteó la posibilidad de abandonar el barco y la gran aventura que había forjado durante los 2 meses anteriores. Pero al final, el gran esfuerzo realizado y el corto tiempo (pero intenso) pasado con ella fue lo que hizo que se acabara. Maldito el destino como juega con nosotros cuando menos lo deseamos.
Y ahí en cubierta con su carta en la mano y pensando en ella, todavía se pregunta:
¿habré hecho bien?¿he tomado la decisión correcta? Lo que sabe es que no hay vuelta atrás!
Ahhh.... Javier que chulo... no te arrepientas, que a lo mejor vuelven a verse, ojala! Las fotos muy chulas, tu aventura impresionante, cuantas aventuras, paisages, encuentros... Te deseo lo mejor!
ResponderEliminarUn saludo de Sandrine! :)
Aaaay tío, qué romántico! jeje, y qué felices se os ve juntos! Ya sabes, si los dos quereis y si el futuro lo hace posible, estareis juntos otra vez! Estoy segura! mirame a mi, que fui a Mallorca hace 11 años y conocí a Carlos y aquí estoy en Madrid viviendo con él! ;O)
ResponderEliminarUn abrazo y buen viaje!
/Ida
ánimo Javi,no le des vueltas a la cabeza, disfruta del momento, se te echa de menos por aquí, un abrazo! Íñigo
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