domingo, 29 de abril de 2012

Otra vela!

Después de dos meses en el barco salimos otra vez. La primera vez desde Contadora fue fallida ya que se nos rompió la vela principal. Pero hay que intentarlo otra vez. Si pasa algo grave yo creo que abandonaría el barco.

Esta vez vamos a Galápagos pero me voy aun con la duda de si me debería haber quedado con Yeli o no. Pero ya estamos en ruta, nada se puede hacer ahora.



Después de un día aceptable, sino falla el barco, falla el viento...lo que es lo mismo, no movimiento. Dos días varados en el océano. Subir velas, 25min de aire, bajar velas. Así transcurren los días entre pensamiento en Yeli e intentos de pesca.


Y llevamos ya cinco días en los que habremos hecho unas 100 millas náuticas o lo que es lo mismo, ni 200km. Cinco días soportando lluvias, agua y mucho aburrimiento en lo que lo único que hay para hacer es leer. Cinco días pensando, que coño haces Javier? con lo bien que estarías en tierra!

Y los días pasan con poco aire y otra vez problemas con el motor. Menos mal que vinieron unos delfines para jugar con nosotros, nadar del revés, tirarnos agua y saltar más de 1 metro con piruetas incluidas.

Y al octavo día, el motor se para definitivamente! Todo el día parados para repararlo. Tan mal se ve que si no se arregla no se puede continuar el viaje...si es que estamos gafados. Sino se arregla me busco otro barco o abandono la idea y vuelvo a Panamá.

Dos días trabajando en el motor sin movernos...varados, yendo a donde la corriente quiere conseguimos reparar el motor. Pero no se acaba ahí ya que más problemas vienen. Nos despertamos y vemos que el viento saco la vela delantera y esta volando y golpeando contra todo. Después de momentos tensos bajo la lluvia la bajamos y vemos que esta rajada...NOOOOOO!!!


Nos metemos a esperar que baje la lluvia y ahí vino el bajón. Depresión! En silencio escuchando el ruido de la lluvia me replanteo todo. No puede ser que hayamos roto dos velas, el motor, viajando sin viento, etc. Es una llamada del destino. Yo creo que esto no está hecho para mi que lo haga con este barco o incluso que lo haga.

Meditando llego a la conclusión que en Galápagos voy a buscar alternativas: mirar vuelos para Asia o centroamerica, preguntar otros barcos o ver que pasa con nuestra vela. Todo va a estar abierto. Era la conclusión al doceavo día de la tortura marina.

Los días siguen. Conseguimos un poco de viento que nos va acercando a nuestro destino. 
Y otra vez problemas; ahora no funciona la bomba que suministra gasoil al motor. Es un no parar en este barco. Dos días perdidos y casi sacando el gasoil a mano. Ya no sé si son cosas que tenia rotas y se aprovecha de que estamos para repararlas o que. 


Y al final, al catorceavo cruzamos el ecuador justo a la vez que se pone el sol. La primera vez que lo crucé fue por aire cuando venía para sudamerica, la segunda cuando subía lo hice por tierra y ahora vuelvo a bajar, pero esta vez por agua. Todas las formas posibles en un solo viaje.



Y por fin llegamos!!! 17 días para hacer un trayecto que a la gente le cuesta normalmente 7-10 días. Vaya tortura...rotura de vela y motor, nada de viento, ni un pez pescado, etc.


Lo que tengo claro es que si tengo un rato libre voy a intentar buscar otro barco. Parece que en este barco todo falla y pasamos mas rato arreglando cosas que disfrutando de las islas. 

Vamos a ver que tal las Galápagos.

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